En muchas ocasiones cuando nos registramos en una web damos permiso o nos suscribimos sin ser conscientes a las newsletter de la misma para que nos mantengan informados de las novedades o de sus publicaciones. 

Cada día navegamos más tiempo por internet y visitamos más «islas» y entre que la curiosidad mató al gato y el humano en su mayoría es un poquito curiosa, pues nos encontramos que con el paso de los años estamos dados de alta en no se cuantos sitios y recibimos cada día más y más mails de suscripciones y no suscripciones.

Las empresas o las web que hacen email marketing tienen que tener en cuenta que en un tanto por ciento elevado, en ése mail están poniendo en juego su imagen, su reputación  y una parte del engagement. El usuario medio recibe decenas, sino centenas, de mails diarios, por lo que el diseño y contenido de dicho mail ha de ser lo suficientemente bueno y atractivo para conseguir el objetivo del click del usuario y la verdad es que conseguirlo todos los días o días alternos es una ardua tarea en la que se arriesga a veces más de lo necesario.

Partiendo de la base que los programas de mail o webmail disponen de filtros para organizar todo lo que llega, que la gran mayoría de los emailing tienen como objetivo la venta y que cada vez son más las empresas con presencia en internet y por tanto más difícil captar el tráfico para tu web, el email marketing es una parte a cuidar mucho a través de la cual podemos conseguir grandes éxitos, pero también fracasos. 

Dicen que una de las virtudes de Steve Jobs era crear la necesidad y a través del email marketing tienes la oportunidad de empezar a generar ésa necesidad en aquellos que reciben tu email. 

El engagement del que cada día se habla más le influyen muchos factores, diseño, producto, usabilidad, experiencia,  atención y todo ello entra en juego. Dentro de tus pruebas incorpora una variable más, la frecuencia. El objetivo es lograr que el usuario haga click por interés, curiosidad y necesidad.

«Ya ha llegado el mail de …. A ver qué trae hoy!!»

Mi experiencia me dice:

  • Mide. Qué, Cuándo, Cómo, Dónde y Por qué
  • Clasifica. Cruza todos los datos y clasifica en función de los objetivos.
  • Personaliza. Haz el emailing personalizado o al menos segmentado.
  • Ejecuta. y vuelve a medir. 

 

No por mucho mandar amanece más temprano – «Cosecha propia»