Un error muy frecuente en las empresas en momentos de crisis es tomar decisiones cortoplacistas que solventen el problema de manera momentánea y en caso de que no sea resuelto optar por otra estrategia o decisión y muchas veces deambulan de un lado para otro sin lograr nada.
En España se han juntado dos cosas, por un lado la crisis económica financiera que ha afectado a una gran parte del tejido empresarial y por otro lado la revolución digital que tantas empresas siguen sin valorar como se debiera y es que toda revolución supone una adaptación si quieres sobrevivir como decía Darwing.
Cuando una empresa o persona toma la decisión de adaptarse, en éste caso digitalmente, lo primero que tiene que hacer es tener claro los objetivos y cuánto está dispuesto a invertir. Toda empresa o marca que se precie y crea en sí misma, debería contar con una partida digital en los presupuestos anuales de la empresa.
En el anterior post hablé de la cantidad de tips o consejos que podemos encontrar en la red sobre cómo mejorar nuestra presencia en internet, la identidad de nuestra empresa o marca, desde mejorar el SEO, mejorar nuestros canales de comunicación, atraer tráfico cualificado, etc, pero son consejos puntuales que poco tienen que ver con una estrategia digital y que muchos confunden.
Una vez que tenemos el presupuesto asignado, es el momento de estudiar y ver en qué situación estamos, establecer los objetivos y en base a los mismos y al presupuesto, diseñar e implantar la estrategia digital y medirla constantemente para saber si estamos en el camino correcto o no y saber si hay que rectificar o modificar la misma en dirección a los objetivos.
¿Quién dijo que fuera sencillo? Darwing advertía en su teoría que “Este proceso lento da como resultado cambios en las poblaciones para adaptarse a sus entornos, y en última instancia, estas variaciones se acumulan con el tiempo para formar nuevas especies”
Éste es un ejemplo de lo que ocurre al tomar la decisión de adaptarse sin un presupuesto fijado y abandono repentino.
La empresa, en ésta ocasión de servicios, tomó la decisión en el mes de junio de actualizarse, rediseño la web y comenzó a tener presencia en 2 redes sociales, pero en noviembre cortó de manera radical la inversión digital.
Como se puede ver, el proceso de lanzamiento y crecimiento puede ser «lento», pero la caída si se abandona la estrategia es estrepitosa.
Resumiendo:
Si estás planteando invertir digitalmente en tu empresa o marca, además de fijar los objetivos y el presupuesto, deberás también de fijar el periodo mínimo de inversión y en caso de cesarla, deberás de plantearte cómo cuidar la identidad digital que en su día iniciaste, pues no hay peor imagen que la del abandono.
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