Desde la irrupción de Facebook en nuestras vidas, cada día son más las personas que se abren perfiles en diversas redes sociales. Hoy en día es raro que alguien no esté en al menos dos, ya sea Facebook, Instagram, Twitter, Snapchat, Flickr, Pinterest, etc.
Por poner un ejemplo, actualmente Facebook tiene unos 1.400 millones de usuarios en el mundo, Instagram unos 300 millones y Twitter no está muy lejos, pero amén de si son perfiles de empresas, falsos o muertos, me quiero centrar en el de las personas que interactúan a diario o casi a diario y el por qué publican en las redes sociales.
Hace más de un año, durante una conferencia sobre las Redes Sociales, el orador comentó que “la sociedad de hoy en día buscaba la fama, ser una persona conocida y reconocida y las redes sociales al ser accesible a todos se habían convertido en el medio para ello y por eso están teniendo el crecimiento tan exponencial que vemos”.
Ésta afirmación me hizo pensar sobre el por qué las personas publican y comparten en las redes sociales y entre los motivos más comunes se encuentran las reivindicaciones, celebraciones, eventos históricos, etc, pero si analizamos las publicaciones personales encontramos muchos otros motivos.
La más repetida es EXISTIR, todos tienen asumido que si no estás presente en Internet, no existes, pero si nos fijamos en la nube de palabras de arriba, una de ellas es la que más poder ejerce, “AUTOESTIMA”.
En Instagram, por ejemplo, los usuarios cuelgan sus fotos y vídeos personales principalmente y la gran mayoría son para “demostrar” o “mostrar” al mundo lo bien que se lo pasa y lo feliz que es, pero en realidad si no recibe “likes” a sus publicaciones, su autoestima baja a un nivel que le afecta incluso a su vida real y es que a muchas personas, la vida digital, les está llevando a tener una especie de “doble vida” o “vida paralela”.
La vida real es en la que realmente se siente, padece, experimenta y vive en sus propias carnes o físicamente, pero en la virtual, se siente, padece y experimenta psicológicamente, es decir, en la vida virtual se publica y comparten fotos, vídeos, opiniones, etc, pero muchos tienen o les genera la necesidad de que terceras personas le digan y/o confirmen mediante likes o comentarios lo bien que se lo está pasando, lo guapo/a que está o la buena vida que lleva o el estar de acuerdo con su opinión.
Esto está llevando muchas personas a no saber valorarse, a no tener confianza en sí mismos, a darle más importancia a lo que dicen los demás y a depender de lo que digan de ellas en las redes sociales y no están siendo capaces de mantener un nivel de autoestima personal aceptable, convirtiéndoles en personas poco sociables, tímidas e introvertidas.
Es muy importante saber discernir entre lo real y lo virtual, ambas van ligadas, ambas van de la mano siempre y no olvidar que, las redes sociales en éste caso, es un medio y no un fin, que hay que saber controlarlo siendo conscientes de qué publicamos y por qué publicamos.
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